STREET FOOD

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Bienvenidos a Transilvania

Una masa con forma cilíndrica recién horneada (suave y esponjosa por dentro y crujiente por fuera) con diferentes toppings y rellenos dulces o salados, es una de las grandes novedades del flamante Mercat Villa Crespo. Esta delicia se llama “Kürtöskalács”, en húngaro significa “Pastel de chimenea” (por su característica forma y el vapor que les sale de su interior cuando están recién hechos), y su origen se remonta al año 1200 en Transilvania. Con el tiempo, se convirtió en una de las comidas callejeras húngaras más emblemáticas, la tradición se extendió por varios países de Europa del Este y traspasó fronteras. En Buenos Aires faltaba una propuesta similar, pero en 2020 finalmente llegó con “Erdely’s Kürtos”, el emprendimiento de Eli, una argentina que se animó a  traer esta experiencia a Villa Crespo. Desde su inauguración está causando sensación: muchos se quedan hipnotizados mirando cómo se preparan y más de un curioso filma el paso a paso para compartirlo en redes sociales. A otros, la experiencia les hace recordar a cuando los disfrutaron en algún viaje. Parecería que los Kürtos llegaron para quedarse. ¿Todavía no los probaste?

 

En el 2016 Elida Roo visitó Praga, capital de República Checa, y durante uno de sus recorridos turísticos descubrió una pintoresca tienda en dónde estaban elaborando este dulce milenario. “Me acuerdo perfecto ese día: había terminado de recorrer el Castillo de Praga, hacía bastante calor y como tenía mucha sed salí en busca de agua. De casualidad encontré un local que los estaba preparando a las brasas, que es la manera original de hacerlos, y me quedé observándolos. Realmente me apasionó aquella experiencia”, recuerda Roo, contadora de profesión. En aquella oportunidad probó la versión simple (masa con azúcar caramelizada por fuera y ningún relleno) y le fascinó. “Después de aquel día empecé a prestar más atención y me sorprendí con la cantidad de puestitos callejeros que había en aquella ciudad. Durante el viaje tuve la posibilidad de degustar varios”, afirma la emprendedora, quien comenzó a investigar la receta. 

Tras la vuelta a Argentina el bichito de la curiosidad seguía más fuerte que nunca: en sus ratos libres estudió su historia en detalle, hasta descubrió y se contactó con muchísimos lugares del mundo en donde los preparaban. Luego, fue a entrenarse en el exterior e importó los equipos para comenzar a preparalos en Buenos Aires. El Mercat Villa Crespo fue la locación ideal para su emprendimiento. “Con el local cumplí un sueño. En el fondo estaba buscando algo que no tuviera nada que ver con mi profesión. Creo que no fue casualidad”, admite Roo. La inauguración del mercado (toda una novedad para el barrio) estaba prevista para marzo del 2020, pero con la pandemia los planes se retrasaron: abrió justo un año más tarde. 

En el rústico y pintoresco local predomina la madera y los colores blanco, rojo y negro en la decoración. Lo que más atrae, sin lugar a dudas, es que se puede observar el proceso totalmente artesanal de elaboración del Kürtos, estas pequeñas chimeneas humeantes de sabor. Según Eli, “la propuesta es ideal para vivir la experiencia y disfrutar el paso a paso”. La masa lleva harina, leche, azúcar y un poquito de jengibre y se la enrolla alrededor de un cilindro de madera con mango. Tiene varias etapas de leudado sumamente importantes, que le aportan su textura característica. Luego, van a un horno con cocción giratoria en donde poco a poco se van cocinando y caramelizando el azúcar (en su versión dulce). ¿El resultado? Súper crujiente por fuera y esponjoso por dentro. Por último, se le agregan los toppings y los rellenos. 

Hay muchísimas opciones para tentarse. Desde la versión clásica con azúcar caramelizada y relleno con dulce de leche o Nutella, el de canela (de Ski lanka) con un curd de naranja casero como insider, o con topping de Cacao (Barry) y curd de frutos rojos y hasta otro con nueces pecan y Nutella. Los más pequeños (y no tanto) piden mucho el de granas multicolores (por fuera) y dulce de leche en su interior. También sumaron a la lista el formato en cono, que es bien power. 

De los salados, hay de Gouda con Olivas; Cheddar y Panceta o Mozzarella con Pepperoni. El cliente puede elegir con qué aceite va a ir pincelado por fuera: ajo, orégano, albahaca o neutro y luego su relleno (queso crema, queso crema con verdeo o con ciboulette). Además, ofrecen una versión con salchicha artesanal, similar a un pancho, acompañada con barbacoa o mayonesa.

“Mi idea es conectar cultura a través de la gastronomía. A los que ya los conocen quiero que vuelvan a recordarlos y transportarlos por un ratito a la ciudad donde los haya probado. Y a los que les parezca algo nuevo, mostrarles que es riquísimo. Cada vez que preparamos un Kürtos es como si estuviéramos entregando una pieza única. Esto era lo que soñaba y lo seguí haciendo convencida de que a la gente le iba a gustar”, concluye. No dejen de visitar el Mercat y probar los Kürtos de Eli, son un viaje de ida. 

 

¿Dónde? En el Mercat Villa Crespo. Actualmente, con la pandemia y las nuevas restricciones, está abierto con horario reducido de martes a domingo de 10 a 18hs solamente con formato Take Away y Delivery. Luego de las 18 hasta las 23 hs únicamente con delivery. 

Nota por Agus Canaparo