08 Jul Los sabores caseros de Juliana
¿Qué estás haciendo de rico?, le pregunté a Juliana quien levantó la vista y con una sonrisa amplia me contestó: “Estoy haciendo una salsa de hongos, un bizcochuelo, unos ñoquis de sémola y una miel especiada, pero tranquila, ya apago los fuegos”. Y así, entre aromas y sabores comenzó la charla con una de las cocineras mediáticas, más innovadoras y versátiles de la Argentina: Juliana Lopez May.
Emprendedora, empresaria y referente de la cocina de productos, no deja de sorprendernos y deleitarnos con su comida con sabor a hecho en casa.
Si tuvieras que decirme que significa Cocinar para vos… ¿cómo me lo describirías?
Para mi cocinar es un lenguaje, lo que me pasa a mi es que la cocina es mucho más que cocinar, es conectar con otros, estoy hablando sin hablar, estoy dando amor, dando cuidados, atención. Para mi cocinar es un cable a tierra. Es un hobbie increíble, obviamente que lo hago 100% de manera profesional, pero cuando puedo salirme de ese lado lo disfruto muchísimo, llego como a un estado de meditación, de júbilo, de entrega
hacia el otro.
¿Sos de inventar tus propias recetas?
Yo creo que ya está todo inventado, creo que sería demasiado arrogante de mi parte atribuirme que invente algo. A mi me gusta el rescate de las recetas heredadas, el respeto por todas esas recetas que tienen una tradición atrás, me gusta revalorizar y cuidar esas recetas que llegaron por abuelos, tíos. Me gusta investigar y conocer las historias de cada receta y rendir culto a lo heredado.
¿Qué fue, o quién, lo que despertó tu amor por la cocina?
Sin dudarlo tanto mi mamá como mi papá: su escape, su forma de diversión, su lugar en la casa era la cocina. Nuestra casa era una casa grande, que recibía todo el tiempo y en todo momento a la gente. Todo pasaba en la cocina, en las comidas. Mi mamá ponía unas mesas hermosas, le gustaba recibir y eso lo había aprendido de su mamá.
Nosotros somos cuatro hermanos y todos tenemos cierta vinculación con la cocina: dos nos dedicamos profesionalmente, pero los dos otros lo hacen desde el amor y el recibimiento, mis hermanos tienen esto de recibir y de ser buenos anfitriones.
Además de todo lo que haces profesionalmente, ¿qué otras cosas disfrutas hacer?
Estar en la naturaleza. Yo creo que mis hijos van a heredar eso: salir a caminar por la montaña. Cuando yo llego a mi casa me gusta la comida saludable, soy muy simple, me gusta la comida casera pero no es que me la paso cocinando super gourmet, si no que trato de enseñarles el placer de viajar, de ir a los mercados, de correr. Me gusta mucho hacer yoga, caminar, leer, hacer cerámica. La cocina es mi lado profesional, pero mis hobbies van por ese otro lado.
¿Cuál es tu comida favorita?
Siempre fueron las ensaladas, la comida fría. Yo puedo vivir a ensaladas, no importa la época del año. Me gusta todo tipo de vegetales y la combinación pero simple.
¿Qué no puede faltar a la hora de armar un buen plato? Yo con algunas cositas te hago cualquier cosa: me gustan mucho los frutos secos, los lácteos, con algunas legumbres, limón, oliva, las especias, sobre todo la hierba fresca.
Mi cocina rinde homenaje al producto, hago preparaciones que no tienen muchas cocciones, que es lo que me gusta comer. El ingrediente es todo, no tiene que tener cocciones largas para tener un buen resultado.
¿Es también a lo que apunta tu último libro? si, Juliana Esencial apunta a eso, a una cocina fácil, con pocos ingredientes pero de buena calidad y con buenos procesos.
¿crees que esa es tu impronta? o ¿qué define a la chef que sos?
Soy una cocinera que fui y vine por varios caminos. Yo creo que un cocinero realmente tiene que pasar años en una cocina de restaurante para entender bien cuál es la profesión. El servicio, el despacho, la organización te dan entrenamiento para estar haciendo varias cosas a la vez, porque el mundo de la gastronomía es muy amplio. Yo empecé por ahí, estuve hasta casi los 30 años, siendo una cocinera como profesional de restaurante y después cambié mi rumbo hacia la cocinera empresaria o emprendedora que soy hoy. En ese momento quise formar una familia, tener hijos, cambiar un poco el horario de trabajo y me fui armando diferente. Son procesos, y a mi me gustó tener esa juventud y las ganas para estar en todos esos momentos: hacer temporada, llevar adelante eventos enormes, tener capacidad para crear fotos, escribir libros, hacer tele, y como tengo hoy muchos productos en relación a la gastronomía.
Háblame un poco de tus proyectos de hoy en día.
Para mi la pandemia fue un redescubrimiento de todas las posibilidades que teníamos cerca y que nos las estábamos aprovechando. Yo empecé a dar clases online, hice casi 90 clases el año pasado y ahora sigo todos los viernes; hice el desarrollo de unas pre mezclas listas para que la gente en casa elabores panes, brownies, pancakes,y distintos productos, que están disponibles en mi tienda online. Salió mi séptimo libro: Juliana Esencial, que estoy muy contenta por cómo quedó, salio muy simple, muy fácil; y ahora para el segundo semestre del año, voy a salir con un nuevo proyecto que me tiene bastante entusiasmada que es un canal propietaria con suscripción, va a ser como un OnDemand con muchos contenidos, en una plataforma muy linda, con una producción casi cinematográfica para que la gente vea las clases y las recetas cuando quiera.
Y después, también estoy muy contenta con un nuevo producto que es un delivery que está en Palermo y en Nuñez que se llama Juliana Lopez May by Kitchenita. Kitchnita es una empresa que se dedica a hacer delivery de lujo y lanzamos la marca, y estoy muy contenta porque es comida casera para delivery, con buenos productos y excelentes ingredientes.
¿Qué otro sueño te queda por realizar? Me gustaría tener, ya de grande, cuando mis hijos estén independizados o cerca de, un agroturismo comunitario como en Italia, que es una casa donde recibas gente que se pueda quedar a dormir y tener animales, huerta, una linda cocina, un lugar rodeado de naturaleza, un mini campito con todo lo que se necesita para cocinar, para poder vivir creando pero en un lugar más verde.